Divertido libro que, a la vez, propicia la conversación sobre la importancia de la empatía y el cuestionamiento de estereotipos. Los reyes del Gran Castillo ven coronar su felicidad cuando nace Andrés. Tan contentos están que consienten en todo al pequeño, y no hay quien no baile al son de la música que él toca. Pero los reyes y el reino completo se cansan de tantos antojos y, en ese momento, la historia cambia. Tras un fuerte berrinche, Andrés se pierde en el bosque. Allí conoce a Hana, que no está dispuesta a darle la razón ni a obedecerlo en todo. También se cruza con un misterioso sapo, con unas astutas arañas y con Katia, una muchacha muy extraña. ¿Cambiará a Andrés esta insólita experiencia o seguirá tan caprichoso como siempre?